Tabernas Históricas de Sol, Huertas y Tirso de Molina.

La taberna es uno de los establecimientos más arraigados en la historia de nuestra ciudad. En origen eran simplemente comercios en los que se vendía vino, pero con el paso del tiempo acabaron convirtiéndose en locales en los que consumir la bebida de Baco, pero también tapas y comidas, y sobre todo en el lugar de reunión preferido por los madrileños.
Proponemos un itinerario por algunos de los establecimientos hosteleros tradicionales de Madrid, muchos de ellos fundados en el siglo XIX, la época dorada de las tabernas. Nos detendremos en su gastronomía, su historia, sus dueños, sus clientes, sus acontecimientos, pero también en sus aspectos arquitectónicos y decorativos, que muchas veces pasan desapercibidos, pero que crean ese ambiente tan atractivo que es lo que permite que se mantengan vivas en pleno siglo XXI. El itinerario comienza en Casa Labra, en la calle de Tetuán, fundada en 1860 y en cuyo interior nació el Partido Socialista 19 años después; recordaremos cómo fue aquella reunión en la trastienda del local de la que surgió en la clandestinidad el primer partido obrero español y nos detendremos en su fachada y su decoración interior.
Al otro lado de la Puerta del Sol visitaremos Lhardy, que no es una taberna, sino un local que incluye una tienda exquisita y un delicioso restaurante, antaño exclusivo de la realeza, la aristocracia y la alta burguesía. Fundado en 1839, sus paredes cobijan una decoración magnífica y una historia intensa, en la que no faltan reuniones políticas del más alto nivel.
Posteriormente nos dirigiremos al Pasaje Matheut, donde se ubicaran las primeras terrazas de Madrid y a continuación pasaremos por el callejón de Gato, donde recordaremos los espejos deformantes que sirvieron a Valle Inclán para definir el esperpento en su genial obra Luces de Bohemia y que hoy decoran la fachada de Las Bravas. En la misma calle destacan los azulejos de Villa Rosa, obra de Alfonso Romero realizada hacia 1920.
A continuación visitaremos la Plaza de Santa Ana, llamada “de la cerveza” por el periodista Mariano de Cavia hace más de 100 años. En ella destacaremos la Cervecería Alemana, abierta desde 1904 y por cuyas mesas han pasado Valle-Inclán, Primo de Rivera, Ramón y Cajal, Azaña o Hemingway.
Seguiremos nuestro itinerario por Casa Alberto, en la calle de las Huertas, fundada en torno a 1835. En ella destacan sus recuerdos cervantinos y taurinos colgados de sus paredes, su barra de zinc y madera, su grifo, su manómetro y otros detalles centenarios.
Finalizaremos junto a la plaza de Tirso de Molina en una establecimiento nacido hacia 1830, la Taberna de Antonio Sánchez. Fundada por el picador Colita, ha pasado por diferentes dueños vinculados al mundo taurino, entre los que destacó el que da nombre al local, matador y pintor, amigo de artistas y escritores. Su decoración apenas ha cambiado, con su mostrador de madera y estaño, sus azulejos y sus imponentes cabezas de toro.

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